Día: 17 de noviembre de 2025

Perú | «Buena semilla en tierra fértil»: Hno. Rufin Kineme, misionero salesiano en el Perú

Perú | «Buena semilla en tierra fértil»: Hno. Rufin Kineme, misionero salesiano en el Perú

By Comunicación | FVS in Noticias on 17 de noviembre de 2025

El Hno. Rufin Kineme descubrió su vocación salesiana en su país, el Congo, inspirado por el pasaje del Evangelio de Mateo 10,8: “Gratis lo recibiste, dalo también gratis”. Movido por un profundo agradecimiento a Dios, decidió entregar su vida al servicio desde el carisma de Don Bosco, en especial en el sistema preventivo.

¡Misionero Salesiano!

Su deseo misionero nació tras terminar la secundaria. Los diocesanos fueron claves en el inicio de su formación. “En mi ciudad no había presencia salesiana”, sostiene. Luego de algún tiempo, inició el camino salesiano que lo llevó al Perú en 2019. Aunque enfrentó un choque cultural y de idioma, su confianza en Dios lo sostuvo. “En el noviciado he iniciado mi vocación misionera”, comparte.

El Perú lo recibe con los brazos abiertos

Cuando recibió la obediencia de que iría a Perú, sintió una gran emoción, ya que era una tierra nueva para él. No sabía cómo se vivía allá, era una cultura diferente, y tendría que acostumbrarse. Gracias al acompañamiento de su guía espiritual, pudo recibir mucha ayuda, y así logró enfrentar un poco ese miedo que sentía ante la nueva cultura.

Jóvenes con rostros de Dios

En Perú encontró en los jóvenes el rostro de Dios, y como diácono vive su ministerio con espíritu de colaboración y servicio mutuo. Desde Roma, donde estudió y sirvió como diácono junto al Papa Francisco, guarda experiencias profundas de fe. El nombramiento del Papa León XIV lo vivió como signo de esperanza para la Iglesia misionera.

El Carisma de Don Bosco

Lo que más me atrajo del Carisma de Don Bosco es el Sistema Preventivo. “El sistema preventivo en la educación ya resume todo el carisma de Don Bosco: los pilares: razón, religión y la amorevolezza. Son esos elementos que me han atraído a leer ese carisma de Don Bosco”, menciona.

Un buena semilla

Quiere ser como la buena semilla: una semilla sembrada en tierra fértil que, a su debido tiempo, dará fruto.

De ella crecerá un árbol, un árbol que también dará frutos, y las personas podrán tomar de esos frutos, nacidos de una semilla que fue plantada mucho tiempo atrás.

Los jóvenes

A los jóvenes que sienten un llamado, los anima a no tener miedo y a ofrecer la vida con generosidad. Su mayor deseo es sembrar una semilla de fe y entrega en la tierra peruana, que crezca y dé frutos con el tiempo.

Fuente: Salesianos Perú

Perú | Del Oratorio María Auxiliadora al altar: la historia de una vocación salesiana

Perú | Del Oratorio María Auxiliadora al altar: la historia de una vocación salesiana

By Comunicación | FVS in Noticias on 17 de noviembre de 2025

El Hno. Miguel Seminario está próximo a ordenarse como sacerdote. En este pequeño encuentro, nos comparte pasajes de su vocación religiosa y cómo se enamoró de los salesianos.

¿Cómo conociste a los salesianos?

Conozco a los salesianos desde que tengo uso de razón, más o menos desde los cinco años. Asistí al oratorio del Santuario de María Auxiliadora en Chosica, y desde entonces recuerdo con cariño a los salesianos.
Cuando los novicios bajaban, jugábamos con ellos. En ese tiempo estaban el padre Marino De Para, el padre Moisés Quirse, el padre Canales, y luego vinieron el padre Matías Lara y el padre Ricardo Lach.

También en casa había mucha devoción a María Auxiliadora, y eso marcó mi acercamiento.

Lo que más me atrajo de los salesianos fue su cercanía, paternidad y preocupación por cada joven. En el oratorio nos hacían sentir parte de una familia; eso lo llevo siempre conmigo.

¿Cuándo sentiste el llamado vocacional?

En el 2013 entré en un momento de discernimiento vocacional, aunque la inquietud nació antes, en el 2009, cuando llegó el padre Luis Pastor.

Con su testimonio de vida pensé: “¡Guau, eso es ser salesiano! ¡Qué chévere! Yo también quiero serlo.”

El padre Luis nos hacía sentir a todos sus preferidos; transmitía cariño y cercanía. Poco a poco, eso despertó en mí el deseo de servir al Señor. Él me confió un oratorio llamado Jesús Adolescente, en una de las periferias de Chosica. Mientras estudiaba y trabajaba, fui descubriendo ahí mi vocación. Así comencé mi camino de discernimiento acompañado por el padre Luis Pastor.

¿A quiénes recuerdas con especial cariño en tu etapa de formación?

Recuerdo con gratitud al padre Carlitos Cordero, en el aspirantado. Admiré su disponibilidad y entrega sencilla para compartir con nosotros el espíritu salesiano “a flor de piel”. También al padre Santiesteben, de cariño lo llamábamos “Washi”. Fueron dos salesianos mayores que me marcaron profundamente. No puedo dejar de mencionar al padre Pablito Corante: un salesiano correcto, elegante y cuidadoso. De él aprendí la importancia de la liturgia bien celebrada, con orden y detalle: todo limpio, planchado y preparado.

A lo largo de mi formación, conocí a muchos salesianos y familias en Colombia, Ecuador y Chile que me enseñaron muchísimo. Recuerdo con especial cariño al padre Severino Tardivo, un misionero italiano con quien conviví en Chile, en el Teologado. Fue un verdadero testimonio de vida consagrada.

En estos años de formación, ¿Qué es lo que más valoras?

Valoro mucho la preocupación de mi Inspectoría por quienes realizamos la formación fuera del país. Mi formación ha sido diversa: el aspirantado y prenoviciado los hice en Perú; el noviciado, postnoviciado, tirocinio (en el Rímac) y teologado los viví entre Chile, Ecuador y Colombia.

Esa experiencia me enseñó que el carisma salesiano trasciende fronteras. No es algo que se vive solo en tu país o en tus cuatro paredes; es un don que inspira en cualquier cultura.

Un salesiano me dijo una vez: “Te consagras no para una inspectoría, sino para la congregación.” Y eso lo he confirmado: ver el mismo espíritu salesiano en tantas partes del mundo ha sido muy enriquecedor.

¿Qué sentimientos te genera estar a punto de ser ordenado sacerdote?

En este momento me siento emocionalmente removido: hay mucha alegría, compromiso y gratitud. Me invade el deseo de ponerle “punche” a todo lo que viene, reconociendo la gracia de Dios en cada paso. También me siento pequeño en sus manos, confiado en que Él me ayudará a ser un buen sacerdote y pastor.
El sentimiento que predomina es agradecimiento y esperanza, aunque también hay un poco de temor… pero es un temor esperanzado.

Como salesiano y como joven sacerdote, ¿Cuál es tu compromiso en esta nueva etapa?

Mi compromiso es entregarme cada día con alegría, ahora con un ministerio en las manos y en el corazón. Quiero ser para los jóvenes un padre, un amigo, un consejero, un compañero de camino. Deseo estar cerca de ellos, especialmente de quienes más lo necesitan, no solo en lo material, sino también en lo espiritual y afectivo.

Creo que mi misión será caminar junto a los jóvenes para sanar heridas, acompañar procesos y construir amistad, porque para Don Bosco la amistad, la fraternidad y la familiaridad eran pilares del Sistema Preventivo.

La afectividad genera confianza, y la confianza genera familia. Ese será mi horizonte: vivir y transmitir el amor de Cristo al estilo de Don Bosco.

Fuente: Salesianos Perú

Perú | Gracias por su «Sí» generoso: Salesianos Miguel Seminario y Rufin Kineme reciben la Ordenación Presbiteral

Perú | Gracias por su «Sí» generoso: Salesianos Miguel Seminario y Rufin Kineme reciben la Ordenación Presbiteral

By Comunicación | FVS in Noticias on 17 de noviembre de 2025

Bajo la atenta mirada de María Auxiliadora, la noche del sábado 8 de noviembre abrazaba a la Basílica de María Auxiliadora con una luz festiva. Un ambiente de recogimiento y alegría. En medio de esa atmósfera de fe, la Familia Salesiana se reunió para acompañar a Miguel Seminario y Rufin Kineme, dos hermanos salesianos que darían un paso decisivo en su camino vocacional: su ordenación sacerdotal, por la imposición de manos y la oración consagratoria de Monseñor Martín Quijano, SDB, Obispo del Vicariato de Pucallpa.

La celebración fue concelebrada por el P. Juan Pablo Alcas, Inspector, acompañado de sus hermanos salesianos provenientes de diversas obras de todo el Perú, quienes se unieron para acompañar a los nuevos presbíteros en este momento.

Las miradas de familiares, amigos y miembros de la comunidad reflejaban orgullo y alegría. Muchos recordaban los primeros pasos de Miguel y Rufin en su camino salesiano: sus años de formación, su servicio en los oratorios, su testimonio sencillo y cercano.

Durante su homilía, Monseñor Martín expresó su cercanía e invitó a los nuevos sacerdotes a responder lo que Jesús les pregunta:

«Hoy Jesús vuelve a preguntarles, quizá de un modo más personal: “¿Me amas?”
No respondan solo con palabras, sino con la vida. Amando a Cristo —en los jóvenes, en los pobres, en la comunidad, amando la Iglesia que los envía— amando incluso cuando sirvan en silencio y en el cansancio».

Además, pidió a la familia salesiana rezar por estos dos nuevos sacerdotes para que vivan su ministerio con el corazón grande, para que caminen con los pobres y los jóvenes; y sobre todo, que escuchen al Espíritu y sean rostros de una Iglesia alegre y servidora.

En otro momento de la ceremonia, los nuevos presbíteros, agradecieron a Dios y a todos los presentes por el Don de la Vida Sacerdotal:

El P. Miguel Seminario expresó su agradecimiento a Dios por el don del sacerdocio y a la Iglesia por acogerlo como servidor. Recordó con cariño a sus formadores y a las comunidades que lo acompañaron en su proceso vocacional. Agradeció a sus amigos, bienhechores y a la comunidad salesiana de Arequipa, donde actualmente sirve como animador pastoral. Finalmente, confió su ministerio a María Auxiliadora, pidiendo oraciones para ser un sacerdote fiel y cercano a los jóvenes.

Por otro lado, el P. Rufin Kineme manifestó su gratitud a Dios y a sus formadores y dedicó un emotivo agradecimiento a sus padres por su amor y educación cristiana. Reconoció con cariño a su comunidad salesiana de Huancayo, a la Inspectoría Santa Rosa de Lima y a su comunidad africana por el apoyo y la cercanía. Finalmente, a los jóvenes les ofreció su servicio con humildad y esperanza.

Al finalizar la celebración, el P. Juan Pablo Alcas, Inspector, felicitó a sus nuevos hermanos sacerdotes y les animó a vivir su ministerio con fidelidad, alegría y espíritu de servicio, siguiendo el ejemplo de Don Bosco.

La vocación de Miguel Seminario, natural de Piura, nace en los patios del Oratorio Don Bosco del Santuario de María Auxiliadora de Chosica, y desde entonces recuerda con cariño a los salesianos. Por su parte, Rufin Kineme, descubrió su vocación religiosa en su país, el Congo, inspirado por el pasaje del Evangelio de Mateo 10,8: “Gratis lo recibiste, dalo también gratis”. 

Fuente: Salesianos Perú