Roma | Los misioneros de la 154ª Expedición Misionera Salesiana: Klimer Xavier Sánchez Carrión, de Ecuador (ECU) a Mozambique (MOZ)
By Comunicación | FVS in Noticias on 5 de septiembre de 2023
Entre los misioneros que recibirán la Cruz Misionera de manos del Rector Mayor el próximo 24 de septiembre se encuentra el joven salesiano en formación Klimer Xavier Sánchez Carrión. Es ecuatoriano, tiene sólo 24 años y está destinado a la misión salesiana en Mozambique, y no oculta la alegría y el entusiasmo que lo animan.
1. ¿Puede presentarse?
Mi nombre es Klimer Xavier Sánchez Carrión y tengo 24 años. Nací el 23 de octubre de 1998 en Loja-Ecuador. Soy el segundo de los tres hijos del matrimonio de Lilia Teresa y Klimer Gonzalo. Mi hermana mayor Andrea (25 años) y mi hermana menor Camila (20 años). Conocí a los salesianos en el colegio Santo Tomás de Riobamba en donde también me gradué como Bachiller en Ciencias. Realicé el noviciado y primera profesión en México el 16 de agosto de 2018. Estudié Filosofía y Educación en Quito en la UPS y fui felizmente enviado como asistente a las misiones Amazónicas de: Yaupi y Wasakentsa.
Actualmente estoy en el Posnoviciado Internacional ‘San Francisco de Asís’ en Quito mientras me preparo para ir a mi nueva inspectoría en Mozambique-África.
2. ¿Qué te inspiró a tomar la decisión de convertirte en misionero?
Jesús y sus Palabras en el Evangelio: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15, 13). Y en una lectura personal: La primera vez que entré al colegio salesiano tenía ocho años y recuerdo claramente que un salesiano sacerdote me regaló una pequeña bolsa azul de gamuza que tenía impresa unas letras blancas en italiano: ‘Missioni Salesiani’ y traía una medalla de don Bosco color plateada que aún conservo.
3. ¿Estás feliz con el lugar al que te diriges? ¿tienes algún miedo o inhibición acerca del nuevo lugar, la cultura y las personas?
Estoy más que feliz. Aunque el límite de mis condiciones humanas puede ser mi mayor miedo, por dar lo mejor de mí, sé que solo la confianza plena en aquel que me llamó me da el valor para vencerlos.
4. ¿Cómo reaccionaron los miembros de tu familia, amigos y compañeros cuando les hablaste de tu vocación misionera?
De la emoción lloraron. Mi papá, mi mamá y mis hermanas siempre me han acompañado en este camino de discernimiento, creo que lo más sorprendente para ellos fue el día en que recibieron la noticia de mi destino misionero. Porque ese día, que se lo veía todavía distante, llegó. Mis amigos y compañeros lo ‘celebraron’ con muchos mensajes de felicitación y alegría.
5. ¿Cuáles son tus planes y sueños para tu vida misionera?
En mi experiencia como salesiano, he aprendido que eso de hacer planes y proyectos personales es una forma de hacer reír a Dios, porque los planes que Él tiene para cada uno son mejores. Pero como hijo de Don Bosco sí, sueño con impulsar mi trabajo con los jóvenes a través del deporte.
6. ¿Tienes algún modelo de grandes misioneros cuyo estilo y vida te gustaría seguir?
El P. Yánkuam Jintia (P. Luis Bolla, sdb). Salesiano misionero en Ecuador y Perú. Entregó su vida al servicio del pueblo Achuar en la Amazonía. Hoy considerado Siervo de Dios por su apasionante amor y entrega. Comía como ellos, trabajaba como ellos, vivía como ellos y ellos lo aman como uno de ellos. Nunca dejó de soñar, a pesar de lo difícil que es la selva, y anunciar el Amor de Dios, más bien creó su propio método original a partir de la realidad.
Tuve la oportunidad de conocerlo en una ocasión significativa, la beatificación de Sor María Troncatti, FMA en Macas el 24 de noviembre de 2012. Un año antes de su regreso a la casa del Padre.
7. ¿Cuál es tu mensaje para los jóvenes acerca de la elección y vocación misionera?
Queridos jóvenes primero: nunca dejen de soñar despiertos, no hay edad para dejar de soñar. Siempre deberíamos tener un sueño, no importa si es grande, mediano o pequeño, como un proyecto de vida, pero siempre soñemos.
Y en segundo lugar “al mal tiempo buena cara” a veces surgen ‘pesadillas’, sepan que cualquiera que sea el camino por el que anden en la vida habrá dificultad, pero que tu pasión no deje ir la esperanza.
Sonríe, Don Bosco solía decir: “la sonrisa es la curva que lo endereza todo”. Y la alegría del corazón te ayudará en cambio a descubrir cuáles son los sueños de Dios para ti.